Crear significa entregar la vida a algo que no existe todavía: inventar, realizar, imaginar, lejos de los senderos recorridos, para abrir nuevas vías a la imaginación y descubrir nuevos territorios emotivos.
Toda creación parte pues de una tabla rasa y por consiguiente rechaza el principio de autoridad.
Por eso, todo individuo empeñado en una labor creativa es, necesariamente, un anarquista.