23 octubre 2012

21 octubre 2012

Instantánea

Hoy pasó una gran nube azul oscura sobre Playa del Carmen, lo cual no me disgusta.

Ayer, andando por la federal para agarrar el colectivo con destino a Ciudad Cancún, el sol se me figuró como algo que me estuvieran vertiendo encima, un metal líquido, en fusión, que hace arder y fundirse la piel y la acera del mismo modo; y todo parece siempre borroso, pero no sé si porque se está efectivamente fundiendo o por el sudor que los párpados esparcen sobre los ojos a cada parpadeo.

Y hoy, sopla una brisa potente desde el mar para traer sobre el pueblo esa gran esponja cargada, y cuando se detiene, tan baja que casi basta con alzar la mano para tocarla, se suelta a llover con ganas y los árboles y palmeras se quedan inmóviles, con las hojas como palmas abiertas hacia arriba, pareciera que se ríen.

No dura mucho, unos minutos no más. Pero las casas, los andenes, los perros, las personas, cada objeto, el pueblo entero se ha solidificado, ha vuelto a sus contornos materiales, y ha dejado de vibrar en su espacio de aire, y me parece que lo veo todo, por primera vez en cinco días, tal y como debe ser en realidad.

Pronto clarea ya una luz sobre el mar, y pronto todo se pone a arrojar su sombra de nuevo, aunque un poco más tenue que antes. Y a todas estas, el calor no bajó sino pocos grados, pero se mantiene así, suave.

Los aguaceros al borde del caribe traen algo al presente desde los horizontes más alejados de la memoria, algo que no terminó de dejar rastro. Por lo instantáneos, siempre parecen cosa del pasado, como una fotografía. Carecen de esa insistencia agotadora, rutinaria, de la llovizna.

18 septiembre 2012

episodio 1: la librería

Quedamos de encontrarnos en metro drassanes 30 minutos antes de que empezara la lectura de cuentos en la librería. Vendrían Andrés y Ruth.
Después de habérmelo pensado un millón de veces, al final decidí ir, total, no era lo que venía pidiendo desde hace años? Amigos que se apuntaran a estas cosas a las que yo no quería ir sola? pues si, listo, voy, ahí nos vemos. Todo el día pensando en eso, pero relajada, ya por la tarde cuando se acercaba la hora me empecé a estresar, juepucha... que me invento pa no ir? nada, al final todo cuadraba, así que ni modo, hágale!

Llegué a Drassanes (puntual, cosa rara, work in progress) y ahí estaban esperándome, sonrientes. Resulta que viene otra amiga, debe de estar por llegar. Esperamos 5 minutos, yo diciendo estupideces para tratar que no se me notaran los nervios que iban en aumento a cada segundo. Ahi está, llega una chica muy simpática con una sonrisota, se presenta, se llama Resi. Vamos andando a la
librería que está mas o menos cerca y yo cada vez mas nerviosa, ya decido no hablar con las chicas, sino mas fácil ponerme a escuchar a Andrés que tiene el "habla fácil" y nos quedamos un poco atrás dejándolas a ellas guiar.

Llegamos a la
librería, ellas entran directo, Andrés se pone a mirar los libros de la vitrina, yo me quedo ahi pegada, mirando sin ver, el corazón me va a diezmil, él me dice, si quieres entra, yo me termino de fumar el cigarrito y voy, yo nooo, ni puel, yo te espero... Finalmente entramos, yo no sé a donde mirar, no sé que hacer con las manos, no sé si mirar libros porque a cualquier portada o título que miro, siento que me sonrojo (no se me nota, pero yo lo siento), me voy repitiendo: yaaaaa, no sea culaaa, diossss, que adolescente jueputaaa, hágale, camine, a lo que vinimos!!

Finalmente voy detrás de las chicas, directas a donde estaban las sillas y la demás gente esperando a que empezara la lectura, solo había lugar en la primera fila, pues primera fila será, no me molesta tampoco, nerda cual soy... Quedo justo enfrente de las dos mujeres, una, la escritora que presenta su libro de cuentos que leerá a continuación acompañada por la otra, que es locutora de una emisora de radio que se llama inoutradio (jamas la había escuchado, ni idea que existía).


Ya sin demora, empiezan a hablar, y vaya! Que locuaz y que segura la escritora, divertida además, mujer interesante pienso y me voy sumergiendo en lo que estamos y sin darme cuenta me estoy divirtiendo y todo! Super! Que bien haber venido a esto! Cuenta unas historias que a veces me son super lejanas por no haber vivido nada parecido y otras que me son super cercanas por lo contrario, que bien otra vez!


De pronto aparece un tipo, con pedazo de cámara, se acerca, empieza a filmar a las dos mujeres mientras leen, luega a espaldas de ellas y, nooo que está haciendo!! Filma al público, me está apuntando directo a mi que estoy en primera fila!! juePuta. Váyase. Señor, deje de filmarme, fílmelas a ellas, aaaah, noo, jueputa, que va a hacer con ese video? lo va a subir a internet? a youtube? a facebook? mañana a primera hora mi mamá va a estar viendo mi cara en youtube en una
librería donde leen cuentos de queeeee??!!!! noooo, apague ya la puta cámara! ufffff... desconcentración total...

Estresadísima, ya no le pongo atención del todo a lo que cuentan, pasaron mas o menos mil horas, hasta que el man decidió moverse de ahí... y yo volví a respirar, que estrés, que agobio por dios! De pronto ya aplausos, risas, se acabó la cosa y nos invitan a tomar una cervecita por cuenta de la
librería. Que bien, si, la necesito urgente, me paro y voy directa a la barra, me pillo un par de cervezas y me quedo ahí en el último rincón intentando tener una conversación normal con Andrés, que está contento de haber venido y al mismo tiempo sorprendido porque nunca le había pasado sentirse "el único diferente", si, era el único hombre (aparte del pirobo de la cámara que no estaba ahí por gusto sino currando). Y entonces me doy cuenta que también yo por primera vez, estaba en un sitio donde no era yo la diferente (sin contar las discotecas nulas a las que había ido algunas veces y donde me suelo sentir todavía más diferente). Era una más entre otras iguales. Que sensación rara. No la proceso del todo, pero siento algo de alivio profundo.

Me voy, no me quedo a charlar sobre la experiencia, tengo reunión de trabajo y una urgencia de estar sola y lejos de ahí y de todos. Voy pa casa, todavía no he procesado lo que acaba de pasar, pero necesito dormir, me echo una siesta rápida, estaba agotada, como si hubiera jugado cinco partidos de tenis seguidos.

16 agosto 2012

14 julio 2012

heartlessness

There were not one amongst us who looked forward to being born.
We disliked the rigors of existence, the unfulfilled longings, the enshrined injustices of the world, the labyrinths of love, the ignorance of parents, the fact of dying, and the amazing indifference of the Living in the midst of simple beauties of the universe.
We feared the heartlessness of human beings, all of whom are born blind, few of whom ever learn to see.
The famished road - Ben Okri

14 mayo 2012

Bogotá


Alguien escribió en una novela no muy buena: “... con ese cielo increíble que miente sobre la ciudad que se extiende debajo.” Bogotá es mentira, todo el tiempo.
Nombrada diosa de la roca en las alturas, es en verdad una vestal del diablo, puta sureña y princesa del norte, siempre a punto de romper en llanto. Un maquillaje negro de otras divas le brota por los ojos y no deja de escurrírsele mejillas abajo. Y se pinta color estaño las uñas de concreto a punta de aguaceros y agua bendita y aguardiente. Se las pinta, se las come en punta y las clava en los tobillos de cerros incólumes que viven vomitando neblinas verdes por las fosas nasales y derramándoselas a ella encima. Y ella les clava las uñas y los dientes para no caerse del miserable escenario, demasiado alto para ella y para todos nosotros.
Se dice dueña del aire, pero le arden los ojos. Le duele la luz. Vive con párpados de acero entrecerrados porque está demasiado cerca de una inmensidad que no la quiere, de un cielo a veces tan bajo que parece una pared sucia, embadurnada de blancos y grises.
A ese cielo, otras veces sospechosamente claro, es al que tratan de mentiroso los malos escritores: pero no se puede saber si es él quien miente sobre la ciudad que tiene debajo... no está claro que la haya mirado realmente alguna vez, que la conozca y esté en medida de reconocerla. Tampoco está claro que la ciudad esté bajo el cielo... porque hay momentos... hay momentos en que los charcos inmensos, de plomo inmóvil, son como orificios hacia la verdad: la ciudad real está en verdad debajo de ésta que se ve, se accede a ella por esos orificios, y está patas arriba, como debe de ser, con ese cielo ya debajo de ella como una laguna, donde los árboles se bañan las copas y las casas los tejados.
Bogotá ciudad tarántula que avanza sin darse cuenta, y resbala y se agarra para no caerse de su tacón puntilla. Bogotá torpeza. Bogotá humedad. Bogotá Prometeo. Bogotá sin descanso, sin paz, sin aliento.
Bogotá.

13 mayo 2012

Ibero

Tú, vienes de un linaje de guerreros, pero basta mirarte para saber que en ti no sólo hay sangre de soldados sino sombras de letrados y artistas. Desde el fondo de tu mente se alcanzan a ver las paredes de la ley, y está el freno de Dios en tu mano.

03 abril 2012

Brâhma

'It was impossible not to watch.'
Photography: Jennifer Shaw

29 marzo 2012

être soi


La table servie. Nièpce-1822

21 marzo 2012

Brâhma

Gran dificultad reside en ver más allá del desorden aparente, para encontrar y utilizar lo que allí se gesta de porvenir.
Grandes aquellos que ven lo invisible antes de que sea revelado a las masas, y más aquellos que participan a su revelación. Los que ven perspectivas donde el resto no ve sino dimensiones; los que detectan señales donde otros sólo ven caos; los que extraen un hilo de sentido a partir de una maraña aparentemente absurda; esos que recogen del suelo y hacen trascender una insignificancia.
Forman parte de la tendencia orbitante por participar al viento primordial cuyas ondas crean el micromundo, origen de todo lo creado.

19 marzo 2012

De la difficulté d’être soi avec les êtres du passé

Comme il est infructueux de se regarder dans les miroirs d’avant. Cela vous renvoi bien une image, mais celle-ci vous enlève bien plus qu’elle ne vous apporte.

Je soupçonne néanmoins que toute cette tragédie qu’on se construit n’est qu’un voile de profondeur que l’on plaque sur les superficies. Car le malaise était probablement superficiel et non aussi abyssal que les pensées qu’il faisait naître.

Il semble parfois inconcevable que deux personnes cultivant en elles-mêmes une certaine profondeur puissent avoir un conflit superficiel, un simple malentendu. On y met alors plus de profondeur qu’il n’y a. Mais il est vrai que, d’une part, certaines choses ne supportent, ni ne doivent supporter, un examen trop approfondi. Et il est vrai aussi, d’autre part, que l’activité de l’esprit rend parfois impossible l’exercice même qui consiste à être.