26 diciembre 2009

Francesca


Photo: Francesca Woodman

17 diciembre 2009

Invictus

I saw the movie yesterday: moving and thrilling.
Bellow is the text from that poem, from which Mandela took inspiration to go on all through those 29 years he spent in prison.
May we all be inspired for this ending year, and for many more to come.



Invictus

OUT of the night that covers me,
Black as the Pit from pole to pole,
I thank whatever gods may be
For my unconquerable soul.

In the fell clutch of circumstance
I have not winced nor cried aloud.
Under the bludgeonings of chance
My head is bloody, but unbowed.

Beyond this place of wrath and tears
Looms but the Horror of the shade,
And yet the menace of the years
Finds, and shall find, me unafraid.

It matters not how strait the gate,
How charged with punishments the scroll,
I am the master of my fate:
I am the captain of my soul.

William Ernest Henley. 1849–1903

08 diciembre 2009

Winterstorm



Utah, diciembre 8, 2009.

02 diciembre 2009

espejos

..."they used to talk about the weather making plans together.."

De la Pereza, en el verdadero sentido de la palabra.

Obra de Teatro. (Extracto)


(...)
Chilia (comiendo): he estado pensando… que tengo una gran dificultad con la repetición.
Yamile (deja de comer y mira a Chilia, algo divertida): de qué está hablando exactamente?
Chilia (deja de comer sin dejar el tenedor en el plato): de Pereza.

Yamile suelta una carcajada que hace reír a Chilia también.

Chilia: No, en serio: me he dado cuenta de que todo lo que implica repetir me produce una pereza sin límites. por ejemplo: los manteles y las toallas.. no bastará con haberlos lavado y tener que recogerlos y doblarlos… ahora toca recogerlos, volverlos a lavar, extenderlos otra vez, y cuando estén secos, recogerlos (habla con tono arrastroso y dibujando círculos con el tenedor en el aire), doblarlos, guardarlos…

Yamile se rie bajito.

Chilia: no le parece, en serio, que es aburridísimo?
Yamile (sonriente, pensativa): si.
Chilia: y me pasa con un montón de cosas! hacer las vainas una vez, vaya y venga, hasta es divertido, hasta le puedo poner cariño, pero cuando hay que volver a hacer, repetir, empezar de nuevo… me produce una pereza… monumental!
Yamile: Ahora que lo dice, a mi también me sucede eso. Cuando diseño cualquier pieza, un empaque por ejemplo, me pongo en ello, con el material y la información, con entusiasmo, hago la tipografía, defino paleta de colores, y le tiro tiempo y saco ideas, y hago una propuesta y a mi me parece que está bien así… pero no: Ramón, o el cliente, o alguien –siempre alguien, coño!- sale luego con que (pone voz de “alguien”) habría que esto y sería mejor lo otro y no te parece que mejor por aquí y blablabla… y me entra una pereza!
Chilia: Igual yo con la edición de la boda de turno: cuatro días para editarles su cursilada de video para el “días más hermoso de sus vidas” – pa que luego lo miren cuando el divorcio y se encuentren patéticos- cuatro dias y, cuando lo fui a mostrar, el man va y me da nuevas instrucciones! que si barras negras arriba y abajo tipo cine (habla con gestos, muchos gestos), que si fades in/out no, que esto y que lo otro. Resultado? llevo semana y media mirándolo de reojo, ahí puestecito en el escritorio y sin hacer nada.
Yamile: cierto… me recuerda una prima mia que me decía “yo soy una perezosa de verdad: me gusta hacer las cosas bien de una vez, para no tener que volverlas a hacer!”
Chilia: exacto. Pasarse quizá un poco más de tiempo haciendo las vainas, pero que luego no haya que meterles más mano, y trabajo, y cabeza.
Yamile: eso!
(...)

20 noviembre 2009

pure and white as ivory

black and cold as a piece of lead

16 noviembre 2009

el tío mick

Mick Jagger fotografía de Annie Leibovitz

19 octubre 2009

espejos

Candice Breitz
Chains of love, 2006
From the series Lyric Mirrors

08 septiembre 2009

Sobre el puente de la calle sexta

La avenida Quito salta por encima de la calle sexta justo antes de transformarse en autopista sur. La travesía dura 16 segundos en el transmilenio lanzado a toda velocidad y son 16 segundos de estar uno suspendido como por encima de toda la ciudad. A la derecha, la planicie bogotana se expande hacia su occidente cual ciudad de otra época, de edificios pequeños arrejuntados unos contra otros en tonos ocres, marrones y cenizos. Al frente se alcanzan a ver las canteras de Cazuca, mordizcos sedientos en la tierra amarilla, con sus casuchas de invasión agarradas en los bordes. Y a la izquierda, a la izquierda, quizá la vista más hermosa de la ciudad: la Candelaria antigua como una planta rastrera pujando hacia los cerros, con la Iglesia de Santa Fé brillando en blanco, y arriba los cerros orientales, capaces de pasar de un gris tormentoso a un pardo seco, que poco tienen ambos de verde y sin embargo verdes son. Entre Monserrate y Guadalupe, se eriza el centro con sus edificios como púas, y a lo lejos, el páramo de Cruz Verde aún más tormentoso en su gris o seco en su pardo, que poco tienen ambos de verde, y sin embargo verdes son.

26 julio 2009

la liberté exige

Mais si l'individu est posé comme valeur singulière et irréductible, le mot de sacrifice retrouve tout son sens ; ce qu'un homme perd en renonçant à ses projets, à son avenir, à sa vie, n'apparaît plus comme une chose négligeable. Même s'il décide que pour justifier sa vie il lui faut consentir à en limiter le cours, même s'il accepte de mourir, il y a au coeur de cette acceptation un déchirement ; car la liberté exige à la fois de se récupérer elle-même comme un absolu et de prolonger indéfiniment son mouvement.

10 junio 2009

Día del Estudiante Revolucionario

Me los topé saliendo del Museo del Oro. En la bolsa el encargo un poco encarte, pero al que viaja le tocan esas cosas. Iban pasando por la séptima y gritando cosas como "soy estudiante", y "cambiar el mundo", y "gobierno paramilitar", pero el hilo entre ellas era un rumor creciente, nada más.
El que no ha sido anarquista a los 20, no tiene corazón, y el que lo sigue siendo a los 50, no tiene cabeza, decía Leopoldo en conferencia el otro día. Aunque eso no lo dice él, lo dice mucha gente, es... sabiduría popular. Pues bien, a los 30 pasaditos, soy lo que no era a los 20 y que espero seguir siendo a los 50: mucho corazón y poca cabeza.
Entonces, pues les seguí la marcha.
Y claro, detecté de inmediato a los ESMAD, el grupo de contención de la policía, los robocops antidisturbios, los "cerdos" como gritan los que marchan (y yo pienso, siempre es que los buscan un poco...). En la esquina de la Jimenez con séptima, el panorama es de llorar: los robots armados y sin rostro protegen en filas dobles al Banco de la República, a la iglesia, al Macdonalds y a City TV. Dinero, Dios, Gran Capital, Medios masivos... he ahí lo que protege la policía, la guardia de las armas de la República, de MI república... y contra quién? contra quién? ay... ja! contra los estudiantes, contra los jóvenes rastas o punkeros o hippies de la Nacional, de la Distrital, de la Pedagógica.
Contra mí.
Contra el ciudadano, el contribuyente, el cristiano de a pie, el televidente, el elector.
Triste.
Aunque quisiera explicarles así a los gritos lo que significa etimológicamente la palabra República... estoy como Junior Soprano: me quejaría, sí, pero ¿quién me oiría?
Es igual, si total el tiempo de vida que pierde uno secándose las manos en un baño de centro comercial está claramente especificado, no hace falta contar: el secador automático de manos se apaga automáticamente a los 30 automáticos segundos.
Es igual si voy a perderme la temporada final de ER por Warner y el último capítulo de la 5ª temporada de House por Universal, pero no me importa porque iré a verme episodios viejos doblados en catalán o con acento español.
Y además, si se llegara a caer el avión, feliz como perdiz de haber mirado con lástima a la Reprivada de Colombia durante un cuartico de hora para irme luego a comer ajiaco a modo de eventual última cena.

23 mayo 2009

La venta de shanghai

Me fui muy tempranito, muy ocho y media de la mañana, caminando por Nicolas de Federman hacia la treinta pa agarrar transmilenio hacia la avenida Suba donde quedan los edificios de Caracol Televisión, para una entrevista con el director, Camilo Durán, esta mañana. Llevaba shanghai, el corto, en su sobrecito de DVD grabado, entre mi mochila.
El lugar es hermoso: tiene un patio en medio de los edificios, parecido a los de La Défense, en París, con caminitos de piedra por entre jardincitos con laguitos llenos de piedritas redonditas en el fondo (todo apela mucho al diminutivo, lo siento), y con papiros por todas partes, que están de moda, y palmeritas (ajá). El día está despejado y un solecito de mañana altiplanezca me llega, aunque no me quita del todo los nervios. Llego pensando "tengo que ir segura, tengo que venderle la idea, el corto es bueno..." y termino dándome una pequeña bofetada virtual: ¿a quién intento convencer? a mí misma, por supuesto.
Lleguo y el señor muy formal me recibe de una. Conversamos un rato, me dice que él no sabe bien pero que me consigue el dato en Cine Colombia pa vender el corto. Me ofrece café. Nos vamos a su oficina para verlo en un televisor de pantalla enorme. Y empieza. Y claro... yo le veo todos los defecticos... una miradita a cámara de Chloé, una luz sobre la espalda de Yoan... y la voz en off... cada vez me parece más torpe, más aproximativa, más poco acertada... pero bueno, el que lo ve por primera vez pues no se da necesariamente cuenta y además, puede que sólo sean bobadas mías, de eterna insatisfecha.
Se termina. Prende las luces de la oficina y saca el DVD sin decir nada.
Yo lo recibo y de una le pregunto, tipo revolver: ¿cómo te pareció?
Me pide que tome asiento... y en tres minutos me destroza el corto. Me lo deja echo pedazos sobre el escritorio lleno de papeles.
Me dice que lo que menos le gusta, lo que le disgusta incluso, es la voz en off. Me dice que la persona que la lee no es que lea mal, no, puesto que no se equivoca ni nada, pero claramente se nota que no es su oficio y que está precisamente muy bien LEÍDA (hace énfasis...). Para un instante y me mira como preguntando si sigue adelante. Yo asiento. Me dice que esa voz no transmite nada e incluso que vacía el texto, le hace perder toda fuerza y todo sentido, y se pregunta en voz alta, con una mueca, si es que pretendo conmover a alguien con esas imágenes que la voz insulsa hace parecer trilladas y huecas. Continúa entonces destrozando el texto: me explica que los dos planos, el visual y el auditivo, muchas veces resultan incompatibles si son demasiado ricos y que demasiada información por ambos lados termina en cero información útil. Me dice que al ser así, uno no termina de estar ni en lo uno ni en lo otro, y que eso es muy agresivo, porque le hace a uno pensar que lo están tomando por un bobo. Que a ver si entiende algo, zopenco espectador. Sin embargo, agrega que parece algo así como una apuesta, dejando aparte la cuestión de la locución, y que una apuesta es una toma de riesgo, y que toda toma de iresgo implica un peligro.
En ese punto, yo me recojo los dientes que me ha dejado en el suelo y le digo que ahí hay precisamente una intención: que eso se quería así, un poco, porque se quiere que el espectador se pierda y se vaya a su propio shanghai, y al terminar el corto piense "uy, me perdí algo, o todo, mierda, creo que no entendí nada por estar pensando en la cita, en las guevas del gallo, en el mercado...". Y que sí, que en ese sentido es agresivo, porque es una propuesta que supone cierta participación por parte del espectador, que lo pone en frente de un espejo de alguna manera, y no una propuesta insulsa como las que se ven en las salas de cine (o en su televisión basura, no eso no lo dije) frente a la cual el espectador unpluggea su cerebro y es un receptor menso y sí, sopenco. Bueno, no del todo en esas palabras, pero sí.
En seguida pasa al ataque de los personajes: dice que todos parecen muy cosmo (léase cosmopolitan) y que se pretende figurar el final de una cena donde ya se han bajado varias botellas y se han fumando varios paquetes y en cambio, los muchachos parecen recien bañados, maquillados, bien puestecitos, y además, hay una niña que mira a cámara al principio (fuck!) pero eso no es lo màs relevante, dice. Yo sonrío... y me pregunta porqué... y yo digo, no nada, pero pienso: mierda, si es que de verdad se bajaron esas botellas, y se fumaron esos paquetes y todo el mundo estaba exhausto, y con el más mínimo maquillaje... ¡serán pues unos seres muy cosmopolitan por naturaleza!
Enfin, muy amable don Camilo, gracias por tu tiempo, perdona las molestias. No, no es ni será nunca ninguna molestia si quieres mostrarme más cosas, dice... y salgo de ese decorado tipo CSI Miami con el almita toda encogida y apretando el bolso debajo del brazo con mi cortico dentro, en su sobrecito de DVD.
Camino un buen rato... camino, camino. Y mientras voy caminando, se me va bajando poco a poco el achicopale. Y termino por encontrar, en el fondo, una satisfacción, una alegría incluso, como la revelación de un secretico interno, al principio diminuta la alegría y bien escondida detrás del ego maltratado que se hincha de dolor y rabiectia. Una pequeña satisfacción que va creciendo y que esta noche, ahora que escribo, viene siendo lo único con lo que realmente me quedó de esa entrevista: la voz en off no funciona
Créanme, créanme que yo ya lo sabía. Es la menos peor que hayamos tenido, pero no funciona, y ¿saben porqué? precisamente por lo que dijo el man. La voz no es la de un actor ni la de un locutor, y aunque es profunda y bonita, y aunque se hizo lo mejor que se pudo, no es suficiente. No le supo transmitir nada al texto, no se adueñó de él, le quedó grande, como a los demás que lo intentaron.
Pero, como dice mi comadre con mucha, mucha razón, ya desde el comienzo todos lo sabiamos, lo hablamos, incluso nos pusimos en busca de un locutor profesional, pero igual que pasó en su momento con la búsqueda de una voz femenina que le diera la talla a Ida y Vuelta, y a Helios Fernández, se terminó por sucumbir ante el cansancio y la dificultad, y nos quedamos con esta voz como nos quedamos con la voz de Carolina: conformes por cansados.
Yo eso ya lo había sentido, (juro que no miento, juro que sólo confieso ahora, me confieso), el día mismo que estuvimos hasta las 3 de la mañana grabando y grabando y grabando más, porque no se, porque no llegaba ni remotamente a lo que yo quería, y yo corregía y daba indicaciones y un poco como con mis alumnos que les corrijo y doy indicaciones pero con quienes termino por dejar que maltraten la pronunciación francesa y la conjugación porque qué más da, lo que no se puede no se puede, y porque al final, "aguanta" (detestable verbo a suprimir del diccionario creativo!)...
Y ¡ay! hoy aprendo: ese día terminé por decir Listo! ya está! está muy bien así! porque el técnico de sonido se estaba cayendo del sueño, y porque todos nos caíamos del sueño, y porque no bastaba que quisiera a ese hombre y que él lo estuviera haciendo lo mejor posible porque no se iba a lograr y ya era hora de dejar de intentarlo, y también porque no soy capaz de decir las cosas, por miedo a la ira o al desprecio ajenos, por no querer generar conflicto, por no herir susceptibilidades.... Pero desde ese momento, el cielo me sea testigo, supe que no, que no era, que tampoco era... la voz, digo. Tampoco voy a decir que supe en ese instante que él no era para mí tampoco: eso lo sé ahora.... pero es una tremenda metáfora,¿no?
Uno es que no sigue sus intuiciones aunque lo estén rogando a gritos. Uno se empeña en no ver la señales, se hace el sordo-ciego (que parece que eso existe...) y... bueno: Yo hago eso, y tal vez sólo yo.
El proceso shanghai, como otros procesos, sigue pues en marcha. Es sólo que todo parece difícil ahora, pero es el momento que tiene ese tinte: difícil. Hay que reconstruir convicción, fe y entusiasmo... pero vendrá la hora de emprender de nuevo, de buscar de nuevo, de intentar de nuevo.
Y la verdad... suena raro decirlo estando ante lo que parece un primer y clarísimo fracaso... pero es que no lo es: estoy contenta.
(Felicidad mal habida... no sé. Pero es igual, si total: lo que cuenta es el sentimiento.)

No puedo dejar de citar aquí, a modo de conclusión, palabras de mi comadre, miembro activo de este bló y del trencito: "Lo que pasa, señores, -a modo ya de colofón- y lo que don Camilo no sabe, es que es igual si total siempre hemos sido felices y lo seguiremos siendo embarcándonos en nuestros sueños por el mero placer de hacer lo que se nos da la gana con nuestras horas, con nuestros dias, con nuestras vidas, y que todo el que pase por el lado y se quiera subir un momento a jugar que se suba, y el que no... Me importa? NO."

17 mayo 2009

Neorótica

Hay cosas que me parecen absurdamente desagradables.
Vivo en un lugar extraño. Mucho ladrillo y parches cuadrados de pintura azul gris. Estoy rodeada de martillos, de perros encerrados, de podadoras con pulmonía, de cajas de música que suenan a gritos de niño, de sirenas que se disparan y cesan sin aparente razón... pero creo que eso es pura interpretación mía porque nunca veo nada, ni perros, ni niños, ni jardineros. Todo es invisible. Me asomo a la ventana y sólo ladrillos y parches cuadrados azules. De vez en cuando sombras con forma casi humana detrás de cortinas medio transparentes.
Las llaman “velos”, me dice a veces la hermana. Y al conjunto, lo llaman así, “conjunto”. A veces añaden: "conjunto cerrado". Y otras incluso "conjunto cerrado con portería".
Lo que pasa es que es sumamente desagradable. Es como las siluetas negras que recortan la pantalla cuando ya la película empezó hace como quince minutos. O como el intermitente zarandeo por los golpes en el espaldar de una persona o un niño o un algo que no logra quedarse quieto en el asiento de atrás. O como el juicio, pesado como un párpado con sueño, que cae rotundo y arrogante sobre el que está acusado de un crimen para el cual ese mismo juez se hace instantáneamente culpable por su propio juicio pesado como un párpado con sueño.
“Neurosis”, dijo el analista en voz baja, pero igual no fue difícil oírlo. Y sí, puede ser. A lo raro —que sea bajo o sublime— hay que buscarle etiquetas científicas o artísticas o en todo caso maneras de meterlo en el lenguaje común, lugar en una lista, ítem de una clasificación, casilla de un marco lógico, algo que lo explique porque hay tal necesidad de entenderlo que no se llega nunca a entenderlo del todo.
Y saber que nunca se entenderá del todo es tremendamente angustioso.
Absurdamente desagradable.

30 abril 2009

A lo que vinimos

Ya he escrito esto muchas veces, o se lo he dicho a muchas personas colocándome en el papel del que aconseja, y va a sonar a precepto ético o a ley de vida de esas que escriben los sabios y que no le sirven a los mortales comunes... pero creo que nunca me había visto realmente atrapada así.
Hablo de la distancia que separa las cosas como son de las cosas como uno quisiera que fueran.
En esa distancia, en ese tramo que recorremos sin cesar y en reversa desde la realidad hacia nuestro antojo, allí se gesta y reside toda la amargura del mundo.
Tampoco se trata de aferrarse a un concepto cristiano según el cual se ha de vivir con el "así sea" al borde los labios y del corazón, en una entrega permanente de nuestro ser y de nuesto anhelo a la santa resignación frente a lo que acontece. No. Porque no dejo de ser un ente libre, responsable y sin excusas con respecto a lo que hago con mi propia existencia.
Sin embargo, está bastante claro que es sólo partiendo de las cosas tal como son, del ser que soy tal como es, de una aguda consciencia de "lo que hay", que puedo aprehender esa responsabilidad y ejercer esa libertad que rige -dramáticamente, no digo que no- mi existencia.
Sólo a partir de lo que ES se puede decidir e inventar lo que será, ojalá lo más cercano posible de lo que se desea.
Hoy me siento angustiosamente libre y responsable, pero en este preciso instante no logro ser otra cosa que mi anhelo, mi deseo. Y entonces, al ser deseo únicamente, se me ausenta la fe y se desdibujan -por negarlos- los contornos de lo que ES, aquí y ahora.
Soy deseo en contra de la realidad, en contra de la existencia, soy dolor, entonces, y desencanto. Y soy -porque la actividad de la mente es imparable- proceso, y sólo proceso.
[Pero es igual, si total, aquí no vinimos a ser bonitos, como dijo una vez un borracho en una buseta]

10 abril 2009

Sobre los ciegos



I realized the limits of what can be preserved

N.G.

01 abril 2009

Sobre los ciegos


"...Y así es como los que nos iluminan son los ciegos.
Así es como alguien, sin saberlo, llega a mostrarte irrefutablemente un camino que por su parte sería incapaz de seguir. La Maga no sabrá nunca cómo su dedo apuntaba hacia la fina raya que triza el espejo, hasta qué punto ciertos silencios, ciertas atenciones absurdas, ciertas carreras de cienpiés deslumbrado eran el santo y seña para mi bien plantado estar en mí mismo, que no era estar en ninguna parte. En fin, eso de estar en la fina raya... Si quieres ser feliz como dices/ No poetices, Horacio, no poetices."

24 marzo 2009

ahora...

Yo no sé a qué muestra de la sabiduría popular creerle... Hay una que dice que no hay mal que por bien no venga, pero hay otra que dice que un mal nunca viene solo.
Pues bien, será saturno que se ha alineado con sus oscuros secuaces, o el gato negro que me cruzo cada noche al volver a casa, o un justo regreso kármico de las maldades hechas... esta es una de las peores épocas jamás vividas. Me preguntan ¿cómo estás? y sólo atino a contestar que he tenido épocas mejores.
Cada día parece traer su constelación de dardos venenosos, en formas, tamaños e impactos variados: un fin para un amor, todos esos sueños nacidos y alimentados con la frenética esperanza de un futuro de a dos, todas esas ganas florecidas antes de su estación, todos los esfuerzos por adecuar la realidad a los deseos y acomodar las incomodidades, todas las perspectivas ténuemente dibujadas en la superficie del agua... todo reducido a nada en un instante. Y entonces todo reemplazado con tristeza, con profunda ternura hacia esos pequeños muertos, con olas inciertas que mueve una misteriosa marea interior. Pero los días, con sus paquetes de horas contadas, con la rutina fuerte como una inercia, empiezan a pasar y van trayendo su aterradora praticidad para suplantar las grandes cuestiones existenciales que queríamos plantearnos con la calma de la depresión y la languidez de la soledad...: unos problemas de dinero que parecen respuestas a todo, una sospechosa falta de fe, los asquerosos encantos de la convivencia con desconocidos, unos problemas de salud de algunos familiares no muy cercanos que parecen aparecer gritando que hay cosas más graves, la muerte inminente del padre de alguien, el clima incluso.. todo parece confluir para hacer surgir la justa pregunta sobre un sentido de la existencia, y la pregunta que uno aparta con manotazos mentales para no volverse loco: la existencia... ¿sólo una confusa y vana obligación? ¿una poco graciosa broma del universo hecha de sumas y de restas?
Pero claro, no falta quien, por cariño, o por sacarse de encima la aburridora cuestión de los problemas ajenos, nos diga que habrá épocas mejores, que lo que no me destruye me hace más fuerte, que no hay mal que por bien no venga... aja... y volvemos a lo mismo.
Este fin de semana un loco amigo de otro amigo loco me decía que estaba muy mal porque había cinco planetas nefastos alineados en toda la mitad de su cielo.
Ahora va a ser que, como un mal no viene nunca solo, habrá que esperar un poco más para ver venir el bien que viene con cada mal... pero vamos, cariño, que luego tendrán entonces que venir, puesto que ese es el negocio, siempre que la sabiduría popular tenga palabra y la cumpla, un montón de bienes en pago de los males actuales acumulados y padecidos con toda la seriedad e impotencia del caso. Tendrán que venir, y si no, pues es igual, si total...

15 marzo 2009

02 marzo 2009

23 febrero 2009

los rastros

"Cuando alguien se va, el que se queda sufre más", dice ese increíble bolero titulado La Despedida.
Y es verdad, porque los rastros duelen más que los recuerdos. El que se va no se lleva rastros: objetos, fotos, esas pequeñas cosas que nos sorprenden en un instante y nos hacen romper en llanto. El que se queda, se queda rodeado, emboscado en los rastros de lo que terminó, de lo que iba a ser, de lo que estaba ahí.
Los rastros duelen más que los recuerdos.

requiem

for our dreams




Hoy las callecitas de mi ciudad están grises, y yo que aprovecho para echarles la culpa de mi tristeza, las recorro a ver si deciden al menos consolarme.

"Némesis -hija de la oscuridad y la noche segun Hesíodo- era la diosa griega que medía la felicidad y la desdicha de los mortales, a quienes solía ocasionar crueles pérdidas cuando habían sido favorecidos en demasía por la Fortuna."

Las callecitas de mi ciudad hoy cruelmente se empeñan en recordarme que soy mortal.

21 febrero 2009

Requiem

Me gusta la idea de una vida sin tragedias, de un amor sin tragedias.
Ningún amor dura lo que quisiéramos que dure: unos se acaban antes de que estemos listos para su final, otros duran mucho más de lo que pensábamos. No me sentí lista para enamorarme nunca. Tampoco me he sentido lista cuando se me han ido los que amaba.
Y siempre es una tragedia. Una tragedia por todo aquello que habíamos puesto en el tiempo a venir, todo aquello que de repente parece muerto cuando antes parecía semilla. Y entonces, desolados, nos toca emprender el regreso hacia un presente en el que tal vez nos hubiera gustado poner todas esas cosas que se quedaron sin nacer, o sin crecer.
Hoy se terminó mi amor. Lo vi irse por las horas de la mañana, que inexorables parecían estárselo llevando a cada palabra. Lo vi irse en cada beso agotado, como si los besos hubiesen estado contados desde el principio. Lo vi irse por la acera de mi calle, desde mi balcón, paso a paso, sin mirar atrás, o tal vez sí, pero yo ya me escondía para empezar la ardua tarea de calmar el temblor del alma.
Lo vi irse, con tanta tristeza que no hubo lágrimas, con tanta alegría por lo que fue, con tanto duelo por lo que pudo haber sido.
Y la soledad desplegó sus alas para cubrirlo todo como de ceniza.
De cenizas.

02 febrero 2009

danos hoy nuestra protesta de cada día..


El trámite para obtener el certificado de antecedentes penales, documento indispensable para cualquier otro trámite, desde contratos hasta visas, es el trámite más absurdo que haya inventado jamás burocracia alguna.

14 enero 2009

nostalgia de princesas

Es rara, ¿no? la nostalgia...porque tener nostalgia en sí no es malo, eso significa que te han pasado cosas buenas y las hechas de menos. Yo por ejemplo no tengo nostalgia de nada, porque nunca me a pasado nada tan bueno como para echarlo de menos...eso si que es una putada...¿Se podrá tener nostalgia de algo que aun no te ha pasado? Porque a mi a veces me pasa...me pasa que me imagino como van a ser las cosas...y luego me da pena cuando me doy cuenta de que aun no han pasado y que quizás no pasan nunca, y entonces me entra nostalgia, y me pongo super triste, pero es como una tristeza a cuenta, como la fianza de cuando alquilas una casa pero con tristeza, que la pones por delante porque total sabes que la vas a acabar utilizando igual...

Fernando León